opiniones, pensamientos, reflexiones, relaciones, vida

No todo lo bueno que termina tiene que convertirse en malo.

No todo lo bueno que termina tiene que convertirse en malo. A veces nos gusta sufrir o se nos hace más facil quejarnos cuando algo bueno que teníamos en nuestra vida ya no está, cuando una amistad de muchos años se aleja, cuando termina una relación de pareja, cuando algún familiar se va o cuando simplemente perdemos algo que considerábamos importante. A veces convertimos lo bueno en algo trágico y dramático instantáneamente, incluso algunos pareciera que quisieran borrar lo bueno que sí pasó sólo por que ya terminó; dañan al otro con palabras, borran fotos, eliminan contactos, hablan de todo lo malo que hubo en esa relación de amistad o de pareja, le dan más fuerza a los recuerdos tristes que a los momentos bonitos o felices; prefieren negar lo que disfrutaron que permitirse sentir la nostalgia o el dolor que viene después. Pero esa no es la única opción…

Cuando algo acaba, después de sentir la pérdida, también podemos elegir recordar lo bueno y dar las gracias por lo que sí pasó, por el tiempo que duró, por lo que nos dejó… Con el tiempo aprendes que perdiendo también se gana, que todo final es un nuevo comienzo y que lo bueno que hemos vivido puede siempre seguir en nuestra historia como algo bonito para recordar. Con el tiempo aprendes que agradecer por lo que sí pasó te hace vivir mejor.

PicsArt_07-26-08.12.37.png

Lucía Victoria.